Clasificación del Hombre como especieReino :
AnimaliaPhylum : ChordataSubphylum : VertebrataClase : MammaliaSubclase : TheriaInfraclase: EutheriaOrden : PrimatesFamilia : HominidaeGénero : HomoEspecies : Homo sapiens
Definiciones Hombre:
1.- Ser animado racional, varón o mujer.Taxonomía: 1.- Ciencia que trata de los principios, métodos y fines de la clasificación.Phylum: categoría taxonómica para dividir el Reino Animal del Reino Protistas.Chordata: tipo zoológico caracterizado por la presencia de una cuerda dorsal.Vertebrata:animales con columna vertebral.Mammalia: animales vertebrados que presentan grándulas mamarias en las hembras de todas las especies, o sea, mamíferos.Theria: subclase de mamíferos que se caracterizan porque el embrión de los mismos se alimenta a través de una placenta.Eutheria: sinónimo de Placentalia, los cuales se caracterizan porque el embrión se desarrolla dentro del útero materno, adhiriéndose a él mediante la placenta.Primates se caracterizan por tener 5 dedos (pentadactilia), un patrón dental común, y un primitivo (no especializado) diseño corporal.Hominidae: tienen numMente
Artículo principal: Mente (psicología)
La mente se refiere colectivamente a aspectos del entendimiento y conciencia que son combinación de capacidades como el raciocinio, la percepción, la emoción, la memoria, la imaginación y la voluntad. La mente, para los materialistas, es un resultado de la actividad del cerebro.
El término pensamiento define todos los productos que la mente puede generar incluyendo las actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la imaginación; todo aquello que sea de naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean estos abstractos, racionales, creativos, artísticos, etc. Junto con los cetáceos superiores (delfines y ballenas), los antropoides no homínidos (gorila, chimpancé) y el elefante, alcanza el mayor desarrollo en la escala evolutiva y aun muchas de sus interacciones nos son desconocidas.
Véase también: Cerebro, Consciente, Inteligencia, Pensamiento (mente) y Psicología
Nutrición humana
Etología
Ciclo vital
La especie humana es entre los animales pluricelulares actuales una de las más longevas; se tienen documentados casos de longevidad que sobrepasan los 100 años. Tal longevidad es un carácter genotípico que, sin embargo, debe ser coadyuvado por condiciones vivenciales favorables. En el Imperio Romano, hacia el año 1 d. C., la esperanza de vida rondaba sólo los 25 años, debido en gran parte a la elevada mortalidad infantil[cita requerida]. La edad de la pubertad es aproximadamente a los 11 años en las niñas y a los 13 años en los niños, aunque las edades varían según la persona.
Véase también: Biología del desarrollo y Longevidad
Sexualidad
Entre otras implicaciones, la importancia del lenguaje simbólico en el Homo sapiens, hace que los significantes sean los soportes del pensar o los pensamientos. En nuestra especie, el pensar humano, a partir de los tres años y medio de edad se hace prevalentemente simbólico.
Asociado con lo anterior (y esto lo explica el psicoanálisis), debe notarse que la especie humana es prácticamente la única que se mantiene en celo sexual continuo: es realmente destacable que en la especie humana no exista un estro propiamente dicho. En las mujeres existe un ciclo de actividad ovárica en virtud del cual existen cambios fisiológicos en todo su sistema reproductivo y del cual derivan ciertos cambios conductuales. Sin embargo, como en las mujeres la aceptación sexual no se circunscribe a una parte del ciclo reproductivo, no se debería usar el término "estro" o "celo" en el ser humano, dado que la aceptación sexual es independiente de su ciclo reproductivo. Ya entre chimpancés y, sobre todo, bonobos, se nota una conducta próxima.
Ahora bien; dada la dificultad de vivir solamente practicando relaciones sexuales un "mecanismo" evolutivo compensatorio habría sido el de la sublimación -la cual se considera asociada a la existencia de un lenguaje y un pensar simbólicos-, si se da una sublimación esto parece significar que, también se da una represión (en el sentido freudiano) que origina a lo inconsciente. El Homo sapiens es, en este sentido, un animal pulsional. Según la reflexología de Pavlov el Homo sapiens no se restringe a un "primer sistema de señales" (el de estímulo/respuesta y respuesta a un estímulo substitutivo), sino que el ser humano se encuentra en un nivel de "segundo sistema de señales". Este segundo sistema es, principalmente el del lenguaje simbólico que permite una heurística, que es la capacidad para realizar de forma inmediata innovaciones positivas para sus fines.
Por otra parte, la especie humana es de las pocas, junto con el bonobo (Pan paniscus) en el reino animal que copula cara a cara, lo cual tiene implicaciones emocionales de gran relevancia para la especie.
Cabe anotar que con el surgimiento de la teoría de la inteligencia emocional, desde la psicología sistémica, el ser humano no debe reducirse a sus pulsiones, las cuales sublima o reprime, sino que se entiende como un ser sexuado, que vive esta dimensión en relación con la formación recibida en la familia y la sociedad. La sexualidad se forma entonces desde los primeros años y se va entendiendo como una vivencia procesual acorde a su ciclo vital y su contexto socio-cultural.
A diferencia de lo que ocurre en la mayor parte de las otras especies sexuadas, la mujer sigue viviendo mucho tiempo tras la menopausia. En las otras especies la hembra suele fenecer al poco tiempo de llegada la misma.
La cantidad máxima natural de prole que puede tener una mujer parece estar en los 25 hijos.
Por la indicada prematuración, la madurez sexo-genital es -en relación a otras especies- muy tardía entre los individuos de la especie humana, actualmente en muchas zonas la menarquia está ocurriendo a los 11 años, esto significa que, aunque la madurez sexo-genital es siempre lenta en la especie humana, existe un adelantamiento de la misma respecto a épocas pasadas (del mismo modo suele darse una menopausia cada vez más tardía). Pero si la madurez sexo-genital es tardía en la especie humana, aún más suele serlo la madurez intelectual y, en especial la madurez emotiva.
Origen y evolución
Evolución humana
En principio, en cuanto perteneciente al infraorden de los catarrinos, el Homo sapiens parece tener su ancestro, junto con todos los primates catarrinos, en un período que va de los 50 a 33 millones de años antes del presente (AP), uno de los primeros catarrinos, quizás el primero, es el Propliopithecus, incluyendo al Aegyptopithecus, en este sentido, el ser humano actual, al igual que primates del "Viejo Mundo" con características más primitivas, probablemente descienda de esa antigua especie. En cuanto a la bipedestación, ésta se observa en ciertos primates a partir del Mioceno Ya se encuentran ejemplos de bipedación en el Oreopithecus bambolii y la bipedestación parece haber sido común en Orrorin y Ardipithecus. La mutación que llevó al bipedación fue exitosa porque dejaba libre las manos como para fabricar artefactos y, particularmente, porque en la marcha un homínido ahorra mucha más energía andando sobre dos patas que sobre cuatro, puede acarrear objetos durante la marcha y otear más lejos. Sin embargo de remontarse la bipedestación a quizás a unos 8 millones de años aP, la andadura o forma de marcha típica del humano moderno se consolida aproximadamente hace al menos unos 1,5 millones de años con el Homo erectus o con el Homo ergaster, previo a éstos los primates antropoides apoyaban toda la planta del pie haciendo una flexión y descargando el peso en el calcanio, la andadura moderna implica la existencia de un pequeño ángulo entre el dedo gordo y el eje del pie, así como la presencia del arco longitudinal de la planta y una distribución medial del peso (notar que en las mujeres la andadura distribuye el peso más hacia las partes internas del pie debido a la mayor anchura de la pelvis).
Probablemente cuando los ancestros del Homo sapiens vivían en selvas comiendo frutos, bayas y hojas, abundantes en vitamina C, pudieron perder la capacidad metabólica, que tiene la mayoría de los animales, de sintetizar en su propio organismo tal vitamina; ya antes parecen haber perdido la capacidad de digerir la celulosa Tales pérdidas durante la evolución han implicado sutiles pero importantes determinaciones: cuando las selvas originales se redujeron o, por crecimiento demográfico, resultaron superpobladas, los primitivos homínidos (y luego los humanos) se vieron forzados a recorrer importantes distancias, migrar, para obtener nuevas fuentes de nutrientes, la pérdida de la capacidad de metabolizar ciertos nutrientes como la vitamina C habría sido compensada por una mutación favorable que permite al Homo sapiens una metabolización óptima (ausente en primates) del almidón y así una rápida y "barata" obtención de energía, particularmente útil para el cerebro. El Homo sapiens parece ser una criatura bastante indefensa y como respuesta satisfactoria la única solución evolutiva que ha tenido es su complejísimo sistema nervioso central. Espoleado principalmente por la busca de nuevas fuentes de alimentación. Se ha observado que la cefalización aumentó paralelamente al incremento de consumo de carne]La habilidad humana para digerir alimentos con alto contenido de almidón como las papas, podría explicar el éxito del homo sapiens en el planeta, sugiere un estudio genético.
El pliegue epicántico de los párpados existente en gran parte de las poblaciones del Asia y de América, el pliegue que hace 'bridados' en su aspecto externo a los ojos, ha sido una especialización de poblaciones que durante las glaciaciones debieron pervivir en lugares con abundancia de nieve: los ojos vulgarmente llamados "rasgados" entonces fueron el modo de adaptación para que los ojos no padecieran un excesivo reflejo de la luz solar reflejada por la nieve.
Las primeras modificaciones importantes que aparecen en la filogénesis de las especies que constituyen la línea evolutiva que desemboca en el Homo sapiens. Todos los cambios reseñados han sucedido en un periodo relativamente breve (aunque se mida en millones de años), esto explica la susceptibilidad de nuestra especie a afecciones en la columna vertebral y en la circulación sanguínea y linfática (por ejemplo, el corazón recibe -relativamente- "poca" sangre).
Véase también: Prehistoria, Homo, Origen de los humanos modernos, Historia y Arqueología
Pigmentación
Es casi seguro que la Eva mitocondrial y el Adán ó los Adanes, los primeros Homo sapiens eran melanodérmicos, esto es: de tez oscura. Esto es porque la piel oscura es una excelente adaptación a la exposición solar alta de las zonas intertropicales del planeta Tierra; la tez oscura (por melanina) protege de las radiaciones U.V. (ultravioletas), y obtiene de ellas por metabolismo un nutriente llamado folato indispensable para el desarrollo del embrión y del feto, empero, a medida que las poblaciones humanas migraron a latitudes más allá de los 45º (tanto Norte como Sur) la melanina paulatinamente ha sido menos necesaria, más aún, en las cercanías de las latitudes de los 50º la casi total falta de este pigmento en la dermis, cabello y ojos ha sido una adaptación para captar más radiaciones U.V. -relativamente escasas en tales latitudes; salvo que se produzcan huecos de ozono-, en tales latitudes la tez muy clara posibilita una mayor metabolización de vitamina D a partir de las radiaciones UV.
Mitos sobre los orígenes
Artículo principal: Mitos de la creación
A lo largo de la historia se han ido desarrollando distintas concepciones míticas, religiosas, filosóficas y científicas respecto del ser humano, cada una con su propia explicación sobre el origen del hombre, trascendencia y misión en la vida.
Cultura
Lenguaje y semiótica
El lenguaje designa todas las comunicaciones basadas en la interpretación, incluyendo el lenguaje humano, pero la mayoría de las veces el término se refiere a lo que los humanos utilizan para comunicarse, es decir, a las lenguas naturales. El lenguaje es universal y es usado por naturaleza en las personas y en los animales. Sin embargo, filósofos como Martin Heidegger consideran que el lenguaje propiamente tal es sólo privativo del hombre. Es famosa la tesis de Heidegger según la cual el lenguaje es la casa del ser (Haus des Seins) y la morada de la esencia humana. Este criterio es similar al de Ernst Cassirer quien ha definido al Homo sapiens como el animal simbólico por excelencia; tan es así que es casi imposible suponer un pensamiento humano sin la ayuda de los símbolos, particularmente de los significantes que subyacen como fundamentos elementales para todo pensar complejo y que transcienda a lo instintivo.
Actualmente la especie humana muestra esta faceta hablando en torno a 6.000 idiomas diferentes, si bien más del 50% de los 6.7000 millones de personas que actualmente conforma la colectividad humana, sabe hablar al menos una de las siguientes ocho lenguas: chino mandarín, español, inglés, árabe, hindi, portugués, bengalí y ruso.
Véase también: Lenguaje, Familias de lenguas, Idioma y Lingüística
Espiritualidad y trascendencia
En muchas civilizaciones los seres humanos se han visto a sí mismos como diferentes de los demás animales, y en ciertos ámbitos culturales (como las religiones del Libro o buena parte de la metafísica del Occidente) la diferencia se asigna a una entidad inmaterial llamada alma, en la que residirían la mente y la personalidad, y que, en algunos casos, se imagina que puede existir con independencia del cuerpo.
Véase también: Familias de religiones
Arte y Cultura
Posiblemente, la manifestación más clara de humanidad es el arte —en el sentido amplio del término—, que produce la cultura. Por ejemplo, los individuos de una determinada especie de ave fabrican un nido, o emiten un canto, cuyas características son específicas, comunes a todos los individuos de esa especie. En cambio, cada hombre puede imprimir a sus acciones los rasgos propios de su individualidad; por eso, cuando se analiza un cuadro, una forma de escribir, una manera de fabricar herramientas, etc., se puede deducir quién es su autor, su artífice, su artista.
Paralelamente, también somos la única especie que dedica su tiempo y energía a algo inútil desde el punto de vista puramente práctico. El arte es una de las manifestaciones de la creatividad humana, pero una manifestación vacía y negativa desde el punto de vista de la supervivencia. Si bien, esta actividad en principio dañina, en realidad es la herramienta con la cual desarrollamos nuestra cultura, nuestra unión, y nuestra fuerza como pueblo. Nos divide y separa de unos pueblos; y nos hermana con otros. En esta telaraña que envuelve a nuestras sociedades, a nuestro planeta.
Sociedad
Una sociedad humana, entidad poblacional o hábitat, es aquella que se considera a sí misma, a los habitantes y a su entorno; todo ello interrelacionado con un proyecto común, que les da una identidad de pertenencia. Asimismo, el término connota un grupo con lazos económicos, ideológicos y políticos. Tal sociedad supera al concepto de nación-estado, este plantenado a la sociedad occidental como una sociedad de naciones, etc.
Véase también: Comercio, Economía, Política Estado, Gobierno y Guerra
Hábitat
En relación a la capacidad para realizar grandes modificaciones ambientales, cabe decir que el Homo sapiens es actualmente un poderoso agente geomorfológico, llegando incluso a ser la única especie capaz de hacer desaparecer prácticamente todo vestigio de vida en el planeta, desde mediados de siglo XX; es en éste y otros sentidos que el ser humano es actualmente el mayor superpredador y el ser vivo más poderoso del planeta, en comparación de los demás organismos vivos. Sin embargo, sigue siendo frágil ante posibles eventos cataclísmicos que pudieran afectar su hábitat, como las glaciaciones.
El Homo erectus, por ser un animal muy vulnerable en estado de naturaleza es muy dependiente de la tecnología (ergo: es dependiente de la ciencia por primitiva que esta sea), así es que se dice del Homo sapiens que es "Homo faber".
Quizás, dado que todo sistema retroalimentado de forma natural llega a su fin, el fin de un ecosistema llega cuando la vida ha logrado evolucionar hasta lograr seres con un grado de conciencia capaz de programarse en función de la educación recibida y no según lo termodinámicamente sostenible. La educación es, por tanto, la demostración evidente de si somos parte de un sistema aún mayor o intentamos independizarnos de todo, estableciendo nuestras formas de obtener nuestros recursos, sin tener en cuenta los ya establecidos por la propia naturaleza.
Por ejemplo: La naturaleza nos dota de capacidades físicas para buscar alimentos en el medio que nos rodea de una manera termodinámicamente eficaz. Nosotros establecemos que lo mejor es racionalizar los medios que la naturaleza nos da y replicarlos de forma industrial, aplicando procesos que no se dan de forma natural, aumentando el consumo energético por redundar algo que ya existe y ampliándolo a algo totalmente termodinámicamente innecesario, como es el hecho de que te lleven el alimento a casa, de intervenir los códigos genéticos de los alimentos para hacerlos resistentes a enfermedades, de influir en qué alimentos contendrán semillas y cuáles no y un largo etcétera, que a día de hoy nos hace la vida más cómoda, pero que ignoramos cómo nos van a afectar esos cambios en nuestra estructura genética y, por lo tanto, si nuestra descendencia portará características fundamentales para sobrevivir a un medio natural o, por el contrario, nacerán y dependerán tan íntimamente del medio artificial que cualquier modificación a ese medio le incapacite de tal manera que provoque su extinción.erosasLos seres humanos (a veces llamados genéricamente hombres, aunque ese término puede aplicarse también específicamente a los individuos de sex masculino) constituyen, desde el punto de vista biológico, una sola especie animal: Homo sapiens. En el pasado, el género Homo fue más diversificado, y durante el último millón y medio de años incluyó numerosas otras especies. Desde la extinción del Homo neanderthalensis, hace 25.000 años y del Homo floresiensis hace unos 12.000 años, el Homo sapiens es la única especie viva del género Homo que aún prevalece en el tiempo.
Hasta hace poco, la biología utilizaba un nombre trinomial Homo sapiens sapiens para esta especie, pero más recientemente se ha descartado el nexo filogenético entre el Neandertal y la actual humanidad, por lo que se usa exclusivamente el nombre binomial. Homo sapiens pertenece a una estirpe de Primates, los hominoideos. Evolutivamente se diferenció en África y de ese ancestro surgió la familia de la que forman parte los homínidos.
Filosóficamente, quizá no haya tarea más compleja para la Humanidad que definirse a si misma, debido a la complejidad que esto representa. Desconocemos los alcances y el destino de nuestra propia especie. El papel del hombre en el Universo es múltiple: como admirador, artífice y como Ser que ha procurado, en algún modo, trascender y dejar una impronta o huella en el Universo.
Contenido
Nombre científico
El nombre científico, asignado por Linneo en 1758, alude al rasgo biológico más característico: sapiens significa "sabio" o "capaz de conocer", y se refiere a la consideración del hombre como «animal racional», al contrario que todas las otras especies. Es precisamente la capacidad del ser humano de realizar operaciones conceptuales y simbólicas muy complejas —que incluyen, por ejemplo, el uso de sistemas lingüísticos muy sofisticados, el razonamiento abstracto y las capacidades de introspección y especulación— uno de sus rasgos más destacados. Posiblemente esta complejidad, fundada neurológicamente en un aumento del tamaño del cerebro y, sobre todo, en el desarrollo del lóbulo frontal, sea también una de las causas, a la vez que producto, de las muy complejas estructuras sociales que el ser humano ha desarrollado, y que forman una de las bases de la cultura, entendida biológicamente como la capacidad para transmitir información y hábitos por imitación e instrucción, en vez de por herencia genética. Esta propiedad no es exclusiva de esta especie y es importante también en otros primates.
Una connotación moderna del Ser Humano es la de Homo Faber, que significa Hombre que fabrica, Hombre que crea, haciendo alusión a la tecnología de que dispone y ha sido artífice por medio de la civilización.
El naturalista sueco Carl von Linné (1707-1778) definía ya la posición de los humanos en el marco general de las especies naturales, en correlación con las especies zoológicas y botánicas. Además de incluir a la especie humana y a los monos en el orden especial de los primates, Linnéo estableció una clasificación que dividía de forma muy simplista a la especie humana, según sus rasgos físicos, en estos cuatro grupos:
El Homo americanus: raza cobriza. Se caracteriza por la piel rojiza, el pelo negro, liso y grueso, la nariz ancha, la escasa pilosidad.
El Homo europaeus: raza blanca. Se caracteriza por la piel blanca, el pelo claro abundante.
El Homo asiaticus: raza amarilla. Se caracteriza por la piel cetrina, por el pelo oscuro y una estatura baja.
El Homo afer: raza negra. Se caracteriza por la piel negra, por el pelo negro y crespo, por la nariz simiesca y por los labios gruesos.
En la actualidad existen defensores de incluir al ser humano, chimpancé, Pan troglodites, y bonobo Pan paniscus, en el mismo género, dada la cercanía filogenética, que es muy superior a la que se encuentra en otras especies animales sí agrupadas genericamente
Biología
Cuerpo humano
El organismo humano, a pesar de su similitud con otros mamíferos superiores, posee el nivel de complejidad más alto y especializado de la escala evolutiva, pues cada órgano, tejido, aparato y sistema, está en compleja interrelación que lo mantiene en equilibrio. Sobre él han surgido a lo largo de la historia movimientos para admirarlo y tratar de comprenderlo, especialmente en la edad del humanismo en Grecia y el Renacimiento europeo.
En cuanto a su locomoción y movimiento, es uno de los más plásticos del reino animal, pues existe una gama infinita de movimientos posibles, lo que le capacita para actividades trascendentes como el arte escénico y la danza, el deporte y un sinnúmero de actividades cotidianas.
La especie humana aún mantiene un notorio dimorfismo sexual en el nivel anatómico, por ejemplo, la talla media actual entre los varones caucásicos(si crecen bien nutridos y con poco estrés) hacia los 21 años es de 1,75 m, la talla media de las mujeres caucásicas en iguales condiciones es de 1,62 m, y los pesos promedios respectivos son de 75 kg y 61 kg respectivamente; aunque así como se ha notado una "tendencia secular" al aumento de las tallas (especialmente durante el siglo XX), muchos indicadores sugieren que es probable desaparezca el dimorfismo sexual en lo que a tallas y pesos respecta diferencias con respecto al esqueleto de los otros primates, especialmente relacionadas con su porte vertical.Homo: se caracteriza por ser bípedo, con pies no prensiles y su primer dedo alineado con los restantes. Presenta hipercefalización y una verticalización completa del cráneo.Homo Sapiens: Hombre. Podríamos definirlo como primate bípedo racional
Taxonomía de Linneo
La Taxonomía de Linneo o Taxonomía Linneana clasifica a los seres vivos en diferentes niveles jerárquicos, comenzando originalmente por el de Reino. Hoy, se considera el Dominio como una jerarquía suprarreinal, dada la reciente necesidad de incluir también a Bacterias y a Arqueas. Los reinos se dividen en Filos o Phyla (en singular, Phylum) para los animales, y en Divisiones para plantas y otros organismos. Éstos se dividen en Clases, luego en Órdenes, Familias, Géneros y Especies.
Aunque el sistema de Carlos Linneo era firme, la expansión de conocimiento ha dado lugar a una expansión del número de niveles jerárquicos, incrementando los requerimientos administrativos del sistema, aunque permanece como único sistema de clasificación básica que actualmente cuenta con la aprobación científica universal. Entre las subdivisiones posteriores, han surgido entidades como Superclases, Super, Sub e Infraórdenes, Super y Subfamilias, Tribus y Subtribus. Muchas de estas jerarquías adicionales suelen surgir en el estudio de disciplinas como la Entomología que requiere clasificar nuevas especies. Cualquier campo biológico que estudie las especies está sujeto a la clasificación taxonómica linneana, y en extensión, a sus rangos jerárquicos, particularmente si se lleva a cabo la integración de organismos vivientes con especies fósiles. Será conveniente entonces aplicar herramientas más novedosas de clasificación, como la cladista.
Tras el rango de especie, se pueden dar también sub-rangos, tales como subespecie y raza en animales, y variedad y forma en botánica, aunque en ésta última disciplina, el término subespecie también es utilizado.
Rangos taxonómicos
Un índice de esta jerarquía, de más general a más específico, puede ser:
Colección de coleópteros
Dominio (o Superreino)
Reino
Subrreino
Infrarreino
Superfilo
Filo(o división)
Subfilo
Infrafilo
Superclase
Clase
Subclase
Infraclase
Parvclase
Supercohorta
Cohorta
Subcohorta
Infracohorta
Magnórden
Superórden
Granorden
Mirorden
Orden
Suborden
Infraorden
Parvorden
División (animales)
Subdivisión (animales)
Sección (animales)
Subsección (animales)
Superfamilia
Serie (para Lepidoptera)
Grupo (para Lepidoptera)
Familia
Subfamilia
Infrafamilia
Supertribu
Tribu
Subtribu
Infratribu
Género
Subgenero
Sección (plantas)
Subsección (plantas)
Especie
Subespecie
Variedad (botanica)
Forma (botánica)
Raza (zoología)
Cepa (bacterias)
Biovar
Morfovar
Serovar
Forma Specialis (fungi)
De todos ellos, solo el rango Especie tiene una definición biológica exacta. El resto de niveles tienen como función representar la filogenia de los organismos, bajo discusión. Para la mayoría de organismos, no se utilizan todos los rangos; solo se utilizan para aquellos cuya clasificación es más compleja (como los insectos)
Ejemplo de clasificación: Ser humano
Como ejemplo, se colocará la clasificación linneana moderna del ser humano.
Reino: Animalia (Organismos heterótrofos eucariotas sin pared celular y pluricelulares)
Phylum: Chordata (Organismos, primitivamente, con notocorda)
Clase: Mammalia (Organismos con glándulas mamarias, funcionales en las hembras, que secretan leche para la nutrición de la cria. Homeotermos y con pelo)
Orden: Primates (Ojos frontales, pulgar oponible)
Familia: Hominidae(Cerebro desarrollado y con neocórtex visión estereoscópica)
Género: Homo (Espina dorsal curvada, posición bípeda permanente)
Especie: Homo sapiens (huesos craneales delgados, capacidad vocalizadora)
Nomenclatura
La Nomenclatura es la subdisciplina de la Taxonomía que se ocupa de reglar los nombres de los taxones. La Nomenclatura actúa una vez que los taxónomos decidieron qué taxones habrá y en qué categorías taxonómicas. Para nombrarlos deben atenerse a las reglas escritas en los Códigos Internacionales de Nomenclatura, y hay uno para cada disciplina (de Zoología, de Botánica, de bacterias y de virus). Los Códigos se actualizan regularmente como resultado de los Congresos Internacionales en que los taxónomos se reúnen para tal efecto. Los nombres de los taxones están sujetos a ciertas reglas. Para que los nombres sean válidamente publicados, deben observar las reglas y ser publicados en una revista científica con referato (esto es, con peritos expertos en el tema que revisan las publicaciones para aceptarlas, corregirlas o rechazarlas). Existen algunos principios de nomenclatura que están contemplados por todos los Códigos, que establecen cuál es el nombre correcto de cada taxón.
Cambios desde Linneo
La forma de entender las relaciones entre los seres vivos ha cambiado. Linneo solo pudo basarse en su clasificación a partir de estructuras externas, y se reflejaban las relaciones entre organismos según parecidos anatómicos. Cuando se acogió el concepto de evolución como mecanismo de diversidad biológica y formación de especies, fue cuando se dio un gran cambio. Desde entonces, en la clasificación linneana se reflejará la filogenia de cada especie, de forma que cada taxón incluye al antecesor y a todos sus descendientes. Esto es un taxón monofilético. También surgieron las ideas de taxa parafiléticos (donde se incluye al antecesor y sus descendientes, pero hay algunas especies excluidas; algunos casos como el de los reptiles y las aves, están aceptados) y polifiléticos que actualmente no se consideran aceptables.
Originalmente, Linneo estableció tres reinos: Vegetabilia, Animalia y un grupo adicional para minerales, que fue pronto abandonado. Desde entonces, varias formas de vida han sido movidas de un reino a otro. Después se produjo una reorganización en cuatro reinos, al diferenciar los hongos de las plantas, y después de que Leeuwenhoek descubriera los microorganismos Se conformaron los reinos Animalia, Plantae, Fungi y Protoctista. Tras el uso del microscopio electrónico, Whittaker propuso el sistema de cinco reinos, separando el reino Monera de los protistas Este sistema permaneció mucho tiempo, y estuvo muy arraigado, hasta el descubrimiento de las arqueas y los estudios de genómica con el gen codificante para el ARr-16s. Ahora, se consideran seis reinos en tres dominios, dos procariontes y uno eucarionte: Archaea, que incluye a todas las arqueas, Bacteria, que incluye al reino antiguamente llamado monera, y los cuatro reinos de EukaryaCarlos Linneo
Carlos Linneo
Carl von Linné, Alexander Roslin, 1775. Retrato en poder de la academia sueca de la ciencia.
Nacimiento
23 de mayo de 1707Södra, provincia de Råshult, Småland Suecia
Fallecimiento
10 de enero de 1778Uppsala, Suecia
Residencia
Suecia
Nacionalidad(es)
Sueca
Campo(s)
Ecología, Taxonomía, Botánica, Zoología
Alma máter
Universidad de Uppsala
Conocido por
Sentar las bases de la taxonomía moderna.
Firma
Carlos Linneo ( * Råshult Suecia 2 de mayo de 1707 – Uppsala, 10 de enero de 1778), fue un científico, naturalista, botánico, zoólogo sueco que sentó las bases de la taxonomía moderna.
Su nombre de nacimiento era Carl Nilsson (Carl, hijo de Nils, dado que su padre se llamaba Nils Ingemarson). Para su inscripción en la universidad de Lund, Nils había escogido el apellido Linnaeus, creado a partir de la palabra linn (tilo). Carl, siguiendo las modas de la época, a lo largo de su vida utilizó hasta nueve variantes de su nombre. Escribió sus trabajos como Carolus Linnæus y acompaña los nombres científicos como “Linnaeus”, (latín), por lo que su nombre cambia en otros idiomas: en sueco (Carl Linnaeus, y luego honoríficamente Carl von Linn
Es el autor de una clasificación cuyos principios fundamentales están en la base de la taxonomía científica.
Nomina si nescis, perit et cognitio rerum.
(Si ignoras el nombre de las cosas, desaparece también lo que sabes de ellas)
Carlos Linneo en 1755.
Es considerado uno de los padres de la ecología. El billete de 100 coronas suecas lleva un retrato suyo en su honor.
Biografía
Nacido en Rashult, en el municipio de Almhult, condado de Kronoberg en Småland hijo de Nils Ingemarsson, un vicario luterano, y de Kristina Brodersonia, hija de un pastor luterano a cuya muerte el padre de Carl fue nombrado pastor. Desde la edad de cinco años el joven Carlos cultivó su propio pedazo del jardín parroquial. Destinado a una carrera eclesiástica, a los 9 años se le envía a la escuela de Växjö viviendo en casa del maestro local. Consigue vencer la oposición familiar y comienza sus estudios de medicina en la Universidad de Lund en 1727 y se traslada al año siguiente a la Universidad de Uppsala. Los estudios médicos de la época incluyen la elaboración de fármacos y la botánica. Entra en contacto con científicos como Olof Celsius, Peter Artedi, Lars Roberg y Olof Rudbeck hijo, naturalista que le contrata como preceptor de sus numerosos hijos.
(Posteriormente, Linnaeus atribuyó el término Rudbeckia a cierto género floral con múltiples especies).
Allí, con 24 años, idea su clasificación de las plantas siguiendo sus órganos reproductivos y empieza a exponerla en su Hortus uplandicus.
Genealogía de la familia de Linneo
Lleva a cabo misiones científicas (incluyendo aspectos geológicos y antropológicos) en Laponia y Dalecarlia, por encargo de la Academia de Ciencias de Uppsala. Deseoso de obtener su diploma de medicina y cierto reconocimiento que le permita estabilidad económica decide abandonar el país.
Linneo vestido de chamán lapón (entre 1735 y 1740).
Un dibujo que Linneo hizo en su agenda, mostrando a un lapón llevando su bote
Como curiosidad, puede mencionarse que durante su viaje de 1732 en Laponia, Linneo quedó fascinado por las perlas del lago de Purkijaure y de regreso a Uppsala experimentó una técnica de cultivo de perlas a partir de fragmentos de yeso que introdujo en moluscos que depositó durante seis años en el río Fyris Perfeccionó la técnica y vendió la idea en 1762, pero ésta fue olvidada hasta la relectura de sus manuscritos a comienzos del siglo XX en Londres.
La taxonomía de Linneo
Artículo principal: Taxonomía de Linneo
Linneo clasificó a los seres vivos en diferentes niveles jerárquicos, estableciendo tres reinos (animal, vegetal y mineral) en el primer nivel. Subdividió los reinos en filos, los filos en clases, las clases en órdenes los órdenes en familias, las familias en géneros y los géneros en especies.
Flores de Linnaea borealis, planta lapona que se convirtió en el símbolo de Linneo
Asimismo, e influenciado por botánicos anteriores —especialmente Otto Brunfels—, Linneo pone a punto un sistema, la nomenclatura binominal que permite nombrar con precisión todas las especies de animales y vegetales (y llega a extender este sistema a los minerales) sirviéndose para ello de dos términos: el género (que se escribe con mayúscula inicial) y el epíteto específico (escrito con minúscula inicial), ambos en general de origen latino, aunque a veces se use el griego u otro (cuando el origen no es latino, se "latiniza" el nombre utilizado). La especie se nombra con los dos términos citados, que deben ser escritos en cursiva o subrayados; cuando no exista riesgo de confusión se admite la escritura de la especie escribiendo el género de modo abreviado utilizando la inicial (mayúscula) y el punto seguido del epíteto. Este sistema binominal permite evitar la imprecisión de los nombres vernáculos que cambian entre los distintos países cuando no entre las distintas regiones o zonas.
Fue el primero en usar los símbolos del escudo y la lanza de Marte para señalar al macho y el espejo de Venus para indicar la hembra.
Su influencia
Philibert Commerson pudo escribir su tratado de ictiología gracias a la colaboración de Linneo. Mantuvo también correspondencia con otras personas, como Frédéric-Louis Allamand.
Entre sus numerosos alumnos, se puede citar a Anders Dahl, Daniel Solander, Johan Christian Fabricius, Martin Vahl o Charles de Géer.
También hay que citar al naturalista sueco Peter Artedi (1705-1735. Ambos se conocieron en la Universidad de Uppsala, y trabaron amistad antes de separarse, cuando Linneo viajó a Laponia y Artedi a Gran Bretaña. Antes de separarse, se legan mutuamente sus manuscritos en caso de muerte. Artedi se ahoga en un accidente en Ámsterdam, en donde acababa de componer el catálogo de las colecciones de ictiología de Albertus Seba (1665-1736). De acuerdo a lo que habían establecido, Linneo hereda manuscritos de Artedi. Los publica bajo el título de Bibliotheca Ichthyologica y de Philosophia Ichthyologica, junto a una biografía de su autor en Leiden en 1738.
Su influencia se extiende a todos los continentes gracias a sus discípulos: Pehr Kalm en América del Norte, Fredric Hasselquist en Egipto y Palestina, José Celestino Mutis en Colombia, Pehr Forsskål en Oriente Medio, Pehr Löfling en Venezuela, Pehr Osbeck en China y el Sudeste asiático, o Carl Peter Thunberg en Japón
Su carácter egocéntrico, junto a su gran ambición, le llevaron, al igual que hizo en su momento Buffon, a atacar a aquellos que no adoptaron su sistema. Pero junto a John Ray, fue el primero que utilizó claramente el concepto de especie, sin que para ello influyera su convicción en la inmutabilidad de las especies. Linneo era fijista; según su pensamiento inicial, los animales y los vegetales habían sido creados por Dios según contaba el Génesis y desde entonces no habían variado. Así pues, se basaba en criterios morfológicos sin establecer la noción de genealogía entre las distintas especies. Posteriormente, en su Metamorphosis plantarum de 1755, Linneo duda del principio de la inmutabilidad de las especies sostenido en sus escritos de 1743 a 1754; su Philosophia botanica es de 1751. En un trabajo publicado en 1759 para el premio de la Academia Imperial de San Petersburgo hace notar que nacen nuevas especies por cruce. Su hijo escribió una carta a Bäck, el mejor amigo de su padre, en la que dice que su padre era creyente y pensaba que las especies y los géneros eran obra del tiempo, pero que los órdenes naturales eran obra del Creador.
Systema Naturae
Firma autógrafa de Linneo
La obra más importante es su Systema Naturae (1735 que cuenta con numerosas ediciones posteriores. En cada edición posterior mejora y completa su sistema. A partir de la décima edición, de 1758, Linneo generaliza el sistema de nomenclatura binominal. Sin embargo, a veces su clasificación es totalmente artificial. Así, en la sexta edición de Systema Naturae (1748), clasifica las aves en seis grandes conjuntos para completar de manera armoniosa los seis conjuntos que había utilizado para clasificar los mamífero. La última edición fue la decimotercera, que apareció en 1770
Definió con claridad algunos grupos, como la clase de los mamíferos y las de las aves Para ello consideró las descripciones zoológicas de Seba, Aldrovandi, Catesby Jonston y otros. Pero, incondicional partidario del empirismo, Linneo describe las especies partiendo de ejemplares que él mismo ha observado y pone fin a varias leyendas de su época.
Abreviatura
Se usa el apellido Linnaeus completo para indicar a Carlos Linneo como autoridad en la descripción y clasificación científica en zoología. La abreviatura L. se emplea para indicarlo como autoridad en la descripción y clasificación científica de los vegetales. (Ver listado de spp. signadas por este autor en
Obras principales
(la fecha indica la primera edición)
Præludia sponsaliarum plantarum (1729)
Fundamenta botanica quae majorum operum prodromi instar theoriam scientiae botanices per breves aphorismos tradunt (1732)
Systema naturae (1735-1770) [Systema naturae per regna tria naturae, secundum classes, ordines, genera, species, cum characteribus, differentiis, synonymis, locis], con 13 ediciones corregidas y aumentadas.
Fundamenta botanica (1735)
Bibliotheca botanica (1736) [Bibliotheca botanica recensens libros plus mille de plantis huc usque editos secundum systema auctorum naturale in classes, ordines, genera et species]
Critica botanica (1736)
Genera plantarum (Ratio operis) (1737)
Corollarium generum plantarum (1737)
Flora lapponica (1737) [Flora lapponica exhibens plantas per Lapponiam Crescentes, secundum Systema Sexuale Collectas in Itinere Impensis]
Ichthyologia (1738), en que publicó los trabajos de Peter Artedi fallecido accidentalmente.
Classes plantarum (1738), en Bibliotheca Augustana
Hortus Cliffortiana (1738)
Philosophia botanica (1751)
Metamorphosis plantarum (1755)
Animalium specierum, Leyde: Haak, (1759)
Fundamentum fructificationis (1762)
Fructus esculenti (1763)
Fundamentorum botanicorum partes I et II (1768)
Fundamentorum botanicorum tomoi (1787)
Categorías taxonómicas
La categoría fundamental es la especie, porque ofrece el taxón claramente reconocido y discreto de tamaño más pequeño. Sistemáticos, biólogos evolutivos, biólogos de la conservación, ecólogos, agrónomos, horticultores, biogeógrafos y muchos otros científicos están más interesados en los taxones de la categoría especie que en los de ninguna otra categoría. El concepto de especie ha sido intensamente debatido tanto por la Sistemática como por la Biología evolutiva. Muchos libros recientes ponen el centro de atención en la definición de especie y la especiación (King 1993, Lambert y Spencer 1995, Claridge et al. 1997, Howard y Berlocher 1998, Wilson 1999, Levin 2000, Wheeler y Meier 2000, Schilthuizen 2001 ). En animales, en especial en vertebrados de tamaño grande, el criterio de la capacidad de hibridar es el más usado para distinguir especies. En la mayoría de los vertebrados, los grupos de individuos interfértiles coinciden con grupos morfológicos, ecológicos y geográficos, por lo que las especies son fáciles de definir. Hasta se pueden poner a prueba los límites de las especies analizando la interfertilidad entre las poblaciones. Este concepto de especie, llamado "concepto biológico de especie" (o "BSC", por "biological species concept", Mayr 1963, ver también Templeton 1989, Coyne 1992, Mayr 1992 ), fue el que dominó la literatura zoológica y, hasta recientemente, también la botánica. Este criterio falla a la hora de definir especies de plantas, debido a que existe hibridación entre especies que conviven en un mismo lugar (a esas especies se las llama a veces "semiespecies" y al grupo que las abarca donde ellas hibridan se lo llama "syngameon"); a la reproducción uniparental que evita el intercambio genético (y crea poblaciones mínimamente diferenciadas, llamadas "microespecies"); y a que una misma especie puede poseer individuos ubicados en lugares muy lejanos (por ejemplo en distintos continentes) que no intercambien nunca material genético entre sí. Con respecto a las pruebas de interfertilidad, en plantas la interfertilidad de las poblaciones varía del 0 al 100 %, y en los niveles intermedios de interfertilidad, la asignación de especie no puede darse de forma inambigua según el concepto de especie biológica (Davis y Heywood 1963 ). Por eso los sistemáticos de plantas no definen a las especies como comunidades reproductivas, sino como una población o un grupo de poblaciones que poseen mucha evidencia de formar un linaje evolutivo independiente, abandonando de esta forma el concepto biológico de especie o BSC (Davis y Heywood 1963, Ehrlich y Raven 1969, Raven 1976, Mishler y Donoghue 1982, Donoghue 1985, Mishler y Brandon 1987, Nixon y Wheeler 1990 Davis y Nixon 1992,[36] Kornet 1993, Baum y Shaw 1995, McDade 1995 ).
Las poblaciones también son difíciles de definir, normalmente se definen como grupos de individuos de una misma especie que ocupan una región geográfica más o menos bien definida y con los individuos interactuando entre sí. Las poblaciones pueden variar en tamaño de uno a millones de individuos, y pueden persistir en el tiempo por menos de un año o miles de años. Pueden ser producto de la descendencia de un solo individuo, o estar recibiendo constantemente inmigrantes, por lo que también poseen diferentes niveles de diversidad genética.
Se subdivide a la especie en razas cuando se encuentran grupos de poblaciones que difieren morfológicamente entre sí, aunque a veces crezcan juntas e hibriden entre ellas con facilidad. Se la subdivide en subespecies si poseen poco solapamiento geográfico en comparación con las razas, pero todavía existe algo de hibridación. Si los migrantes de una población se ven en desventaja reproductiva al entrar a otra población, entonces los sistemáticos consideran que las poblaciones pertenecen a dos especies distintas, claramente definidas.
Por debajo de la raza también se puede seguir subdividiendo en taxones en las categorías variedad y forma.
Las especies a su vez se agrupan en taxones superiores, cada uno en una categoría más alta: géneros, familias, órdenes, clases, y reinos. Una regla mnemotécnica para recordar el orden de las jerarquías es la siguiente:
El Rey es un filósofo de mucha clase que ordena para su familia géneros de buena especie.
El orden se recuerda así: Rey por Reino, filósofo for filum, clase por clase, ordena por orden, familia por familia, géneros por género, y especie por especie.
Una lista de las categorías taxonómicas generalmente usadas incluiría el dominio, el reino, el subreino, el filo (o división, en el caso de las plantas), el subfilo o subdivisión, la superclase, la clase, la subclase, el orden, el suborden, la familia, la subfamilia, la tribu, la subtribu, el género, el subgénero y la especie.
Como las categorías taxonómicas por arriba de la categoría especie son arbitrarias, un género (grupo de especies) en una familia puede no tener la misma edad ni albergar la misma cantidad de variación, ni de hecho tener nada en común con un género de otra familia, más que el hecho de que los dos son grupos monofiléticos que pertenecen a la misma categoría taxonómica. Los sistemáticos experimentados están bien al tanto de esto y se dan cuenta de que los géneros, las familias, etcétera no son unidades comparables (Stevens 1997); sin embargo, algunos científicos caen en el error frecuente de utilizar esas categorías como si lo fueran. Por ejemplo, es común ver medidas de diversidad de plantas como un listado de las familias de plantas presentes en un lugar dado, si bien el hecho de que esos taxones pertenezcan a una "familia" no significa nada en particular. Esta confusión es la que llevó a que se propusiera la eliminación de las categorías taxonómicas, y de hecho son pocos los sistemáticos que se preocupan por ellas y muchas veces llaman a los grupos monofiléticos con nombres informales para evitarlas (por ejemplo hablan de las "angiospermas" para evitar discutir si son "magnoliophyta", "magnoliophytina", "magnoliopsida", etc.). Ver más adelante una discusión sobre el asunto.
Nombre científico
En la nomenclatura binominal de Linneo, cada especie animal o vegetal quedaría designada por un binomio (una expresión de dos palabras) en latín donde la primera, el "nombre genérico", es compartida por las especies del mismo género; y la segunda, el "adjetivo específico" o "epíteto específico", hace alusión a alguna característica o propiedad distintiva; ésta puede atender al color (albus, "blanco"; cardinalis, "rojo cardenal"; viridis, "verde"; luteus, "amarillo"; purpureus, "púrpura"; etc.), al origen (africanus, "africano"; americanus, "americano"; alpinus, "alpino"; arabicus, "arábigo"; ibericus, "ibérico"; etc.), al hábitat (arenarius , "que crece en la arena"; campestris, "de los campos"; fluviatilis, "de los ríos"; etc.), homenajear a una personalidad de la ciencia o de la política o atender a cualquier otro criterio. No es necesario que el nombre esté en latín, sólo es necesario que esté latinizado. Los nombres de géneros siempre van con la primer letra en mayúsculas, los adjetivos específicos siempre van en minúsculas, y los nombres de géneros y los de especies van siempre en itálicas (o subrayados, si se escribe a mano). Al escribir el nombre de especie, el epíteto específico nunca es utilizado solo, y es obligatorio que esté precedido por el nombre del género, de forma que el nombre de la especie sea el binomio completo. El uso de la primera letra del nombre del género precediendo el epíteto específico también es aceptable una vez que el nombre ya apareció en su forma completa en la misma página o en un artículo pequeño. Así por ejemplo, la lombriz de tierra fue llamada Lumbricus terrestres por Linneo, y si el nombre ya apareció antes en el artículo, puede volver a llamársela como L. terrestris. Con respecto a los taxones ubicados en la categoría de género y superior, los nombres son uninominales (constan de una sola palabra), y siempre se escriben con la primera letra en mayúsculas (aunque solamente en la categoría de género van en itálicas). Como los Códigos de Nomenclatura prohíben que dentro de cada Código haya dos taxones con el mismo nombre, no puede haber dos géneros con el mismo nombre (ni dos taxones por arriba de género con el mismo nombre), pero como ocurre que el adjetivo específico de las especies sólo se usa después del nombre del género, puede haber dos especies diferentes pertenecientes a géneros diferentes que compartan el mismo adjetivo específico. Una vez fijado, un nombre no es sustituido por otro sin un motivo taxonómico. Por ejemplo el roble de los alrededores de Madrid fue bautizado como Quercus pyrenaica erróneamente, puesto que no se encuentra en los Pirineos, pero tal circunstancia no justifica un cambio de nombre.
Si bien en los tiempos de Linneo los nombres eran sencillos y descriptivos, últimamente se han registrado nombres científicos insólitos: la araña Pachygnatha zappa, porque tiene una mancha en el abdomen igual al bigote del artista Frank Zappa; algunas moscas chupadoras de sangre del género Maruina: Maruina amada, M. amadora, M. cholita, M. muchacha, M. querida, M. chamaca, M. chamaguita, M. chica, M. dama, M. nina, M. tica y M. vidamia, todos adjetivos cariñosos; el dinosaurio que fue llamado Bambiraptor debido a Bambi, el de la película de Disney, que tenía un pequeño tamaño; el molusco bivalvo Abra cadabra (aunque después se lo cambió de género); y quizás el caso más sobresaliente: el género de arañas brasileñas Losdolobus, llamado así porque los investigadores que lo describieron, queriendo homenajear a dos argentinos que habían colaborado, les pidieron a éstos que inventasen un nombre para el nuevo género, que quedó como Losdolobus por "los dolobus", término del lunfardo argentino intraducible en una enciclopedia.
Con respecto a las restricciones para nombrar a los taxones, los géneros y especies no las tienen (salvo por el hecho de que tienen que estar en latín o latinizados), en las categorías superiores a género a veces es necesario que tengan un sufijo en particular, según se indica en la siguiente tabla:
Categoría taxonómica
Plantas
Algas
Hongos
Animales
Bacterias
División/Phylum
-phyta
-mycota
Subdivisión/Subphylum
-phytina
-mycotina
Clase
-opsida
-phyceae
-mycetes
-ia
Subclase
-idae
-phycidae
-mycetidae
-idae
Superorden
-anae
Orden
-ales
-ales
Suborden
-ineae
-ineae
Infraorden
-aria
Superfamilia
-acea
-oidea
Epifamilia
-oidae
Familia
-aceae
-idae
-aceae
Subfamilia
-oideae
-inae
-oideae
Infrafamilia
-odd
Tribu
-eae
-ini
-eae
Subtribu
-inae
-ina
-inae
Infratribu
-ad
Un ejemplo de taxón es el orden Primates. En esta expresión, "orden" especifica la categoría o rango taxonómico del grupo, más amplio que el de familia y menos amplio que el de clase. "Primates" es el nombre en latín específico del grupo o taxón indicado. El orden Primates está subordinado a la clase Mammalia (los mamíferos), e incluye diversas familias como la familia Cebidae (cébidos, las monas americanas) o la familia Hominidae (homínidos, nuestra propia familia).
Además, en el caso de las especies el nombre debe ser seguido del apellido del autor de su primera descripción (normalmente llamado la "autoridad") seguido del año en que fue descripto por primera vez. Cuando la especie en la actualidad está ubicada en un género diferente al que le fue asignado por su autoridad original, el nombre del autor y el año se ponen entre paréntesis, por ejemplo, la estrella de mar Pisaster giganteus (Stimpson, 1857).
Determinación o identificación de organismos
Una vez que se obtiene un sistema de clasificación estable con todos sus taxones correctamente nombrados, nace la subdisciplina de la Determinación, también llamada Identificación de los organismos. La Determinación es la disciplina que ubica a un organismo desconocido para el que lo encontró, dentro de un taxón conocido del sistema de clasificación, a través de sus caracteres diagnósticos. Para ello es necesario que la información sobre los taxones esté disponible de una forma accesible, y a veces son necesarios también otros elementos como lupas o microscopios, para observar los caracteres del organismo que permiten ubicarlo en uno u otro taxón. La información normalmente está disponible en enormes libros llamados Claves de identificación que poseen un sistema ("clave") que va guiando al lector hacia el taxón al que pertenece su organismo. Estos libros también son llamados "Floras" si se trata de plantas terrestres o "Faunas" en caso de animales. Normalmente las claves de identificación son para una región dada, ya que sería inútil ingresar en ellas la información sobre taxones que no se encuentran en la región en la que se encontró el organismo a determinar.
Historia de la taxonomía
Los orígenes de la taxonomía
Los orígenes de la taxonomía se remontan a los orígenes del lenguaje, cuando las personas llamaban con los mismos nombres a organismos más o menos similares, sistema que persiste hoy en día en lo que llamamos los "nombres vulgares" de los organismos. Todas las sociedades humanas poseen un sistema taxonómico que nombra a las especies y las agrupa en categorías de orden superior. El ser humano posee un concepto intuitivo de lo que constituye una especie, producto de categorizarlas según sus propiedades emergentes observadas, y esto se ve reflejado en que todas las clasificaciones populares de los organismos poseen remarcables similitudes entre ellas y también con las utilizadas hoy en día por los biólogos profesionales (Hey 2001 ).
La taxonomía biológica como la disciplina científica que conocemos hoy en día nació en Europa. Allí, a mediados de la Edad Media europea se habían formado las universidades, donde se discutían temas de índole filosófica y técnica. Fue en ese contexto donde los naturalistas se dieron cuenta de que, si bien los nombres vulgares son útiles para el habla cotidiana, necesitaban un sistema más universal y riguroso para nombrar a los organismos: cada especie debía ser nombrada, cada especie debía poseer un único nombre, y cada especie debía ser descripta de forma inambigua. Posteriormente, con la dominación militar y cultural que una Europa revitalizada sostendría sobre el resto del mundo, el sistema allí consensuado se extendería a todo el globo.